El uso de la perspectiva en el arte también se asoció con temas y temas seculares, como el retrato y la pintura de paisajes, que no fueron tan apreciados como el arte religioso durante la Edad Media. Además, la falta de comprensión de las leyes de la perspectiva dificultaba que los artistas representaran con precisión la profundidad y el espacio en sus obras.
Como resultado, la técnica de la perspectiva no se consideraba bella ni deseable en el arte durante la Edad Media. En cambio, los artistas se basaron en otras técnicas, como composiciones planas bidimensionales, representaciones simbólicas y el uso de pan de oro y otros elementos decorativos, para crear obras de arte que estaban en consonancia con los ideales religiosos y artísticos de la época.
Sin embargo, es importante señalar que la técnica de la perspectiva no estuvo completamente ausente durante la Edad Media. Algunos artistas, como Giotto y Duccio, comenzaron a experimentar con la perspectiva y otros elementos realistas en sus obras, sentando las bases para el uso generalizado de la perspectiva en el arte del Renacimiento.