* Vientos fuertes: Los vientos fuertes pueden ejercer una enorme fuerza sobre los árboles y, si son lo suficientemente fuertes, pueden arrancar de raíz incluso árboles grandes.
* Fuertes lluvias: Las lluvias intensas pueden saturar el suelo alrededor de los árboles, lo que facilita que el viento los arranque de raíz.
* Inundaciones: Las inundaciones también pueden aflojar el suelo alrededor de los árboles, haciéndolos más susceptibles a ser arrancados por el viento.
* Erosión: La erosión puede debilitar el suelo alrededor de los árboles, haciéndolos más propensos a ser arrancados por el viento.
* Daños por animales: Los animales, como los elefantes y los rinocerontes, a veces pueden arrancar árboles empujándolos o masticando sus raíces.
* Actividad humana: Los humanos también pueden arrancar árboles, ya sea intencionalmente o no. Por ejemplo, los árboles pueden ser arrancados durante proyectos de construcción u operaciones de tala.