Aislamiento: La nieve actúa como un manto, aislando el suelo y protegiendo a las plantas de las temperaturas bajo cero. Esto es especialmente importante para las plantas en climas fríos, donde el suelo puede congelarse y dañar o matar las raíces.
Humedad: La nieve proporciona humedad al suelo a medida que se derrite, lo que puede ser beneficioso para las plantas durante los períodos secos. Esto puede ayudar a evitar que las plantas se sequen y mueran, especialmente en áreas con lluvias limitadas.