El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, encontró que entre 1983 y 2016, la temperatura mínima promedio en África Oriental aumentó 0,26 grados Celsius por década. Esta tendencia al calentamiento fue particularmente pronunciada en las zonas urbanas, donde la temperatura mínima promedio aumentó 0,5 grados Celsius por década.
Los investigadores atribuyeron esta tendencia al calentamiento a una combinación de factores, incluido el crecimiento de la población, que ha provocado un mayor consumo de energía y deforestación, y un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que han contribuido al aumento general de las temperaturas globales.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones importantes para la salud y el bienestar humanos en África Oriental. Las noches más cálidas pueden provocar falta de sueño, enfermedades relacionadas con el calor y un mayor riesgo de enfermedades infecciosas. Además, las noches más cálidas también pueden afectar negativamente a los rendimientos agrícolas, lo que podría tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria de la región.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo las noches más cálidas están afectando al este de África:
- Mayor riesgo de malaria: Las noches más cálidas se han relacionado con un mayor riesgo de transmisión de malaria en África Oriental. Los mosquitos que portan el parásito de la malaria tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse en temperaturas más cálidas, y las noches más cálidas también hacen que sea más difícil para las personas dormir bajo mosquiteros.
- Reducción de la productividad agrícola: Las noches más cálidas también pueden reducir la productividad agrícola en África Oriental. Cultivos como el maíz y el trigo son sensibles a las altas temperaturas y las noches más cálidas pueden reducir los rendimientos.
- Privación de sueño: Las noches más cálidas también pueden dificultar el sueño de las personas. Esto puede provocar fatiga, disminución de la concentración y mayor riesgo de accidentes.
Los hallazgos de este estudio resaltan la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar el cambio climático y sus impactos en África Oriental. Esto incluye reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la eficiencia energética e invertir en medidas de adaptación para ayudar a las comunidades a hacer frente a los efectos del cambio climático.