El estudio, publicado en la revista "Biology Letters", encontró que los peces limpiadores que fueron sometidos a la agresión de otros peces tenían más probabilidades de mantener su estatus como pez limpiador dominante en su territorio. Esto sugiere que la agresión puede ayudar a los peces limpiadores a establecer y mantener su dominio, lo que a su vez les permite acceder a más recursos alimentarios y reproducirse con mayor éxito.
Los investigadores creen que la agresión puede servir como una forma de "pago" del pescado que se limpia al pescado más limpio. Al permitir que el pez limpiador elimine los parásitos y el tejido muerto, los peces que se limpian se benefician de una mejor salud y supervivencia. A cambio, pueden tolerar o incluso recompensar a los peces limpiadores con alimentos u otros recursos.
Los hallazgos del estudio sugieren que los peces limpiadores pueden no ser tan reacios a prestar sus servicios como se pensaba anteriormente. En cambio, pueden estar motivados por los beneficios que reciben de sus interacciones con otros peces, incluida la oportunidad de mantener su estatus como pez limpiador dominante en su territorio.
Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre las complejas interacciones sociales entre los peces limpiadores y los peces que limpian. Sugiere que los peces limpiadores pueden no ser simplemente altruistas, sino que pueden actuar en su propio interés cuando prestan sus servicios.