En realidad, los tiburones desempeñan funciones vitales en el mantenimiento de la salud de los ecosistemas marinos y representan amenazas mínimas para los humanos. El Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), una base de datos completa de ataques de tiburones a nivel mundial, muestra que el número de ataques de tiburones no provocados a humanos es relativamente bajo. Por ejemplo, en 2021, solo hubo 73 ataques de tiburones no provocados en todo el mundo, que provocaron 10 muertes. Esta cifra es insignificante en comparación con el número de muertes causadas por otras actividades humanas o fenómenos naturales.
Además, muchas especies de tiburones son depredadores superiores esenciales que ayudan a regular las poblaciones de sus presas, asegurando un ecosistema equilibrado. Su presencia contribuye a la salud general y la estabilidad de los entornos marinos. Sin tiburones, el crecimiento desenfrenado de sus presas podría alterar la cadena alimentaria y tener graves consecuencias para la pesca y la supervivencia de otros organismos marinos.
Es importante para nosotros reconocer y comprender la importancia de los tiburones en los ecosistemas marinos y abordar los conceptos erróneos sobre su comportamiento y peligro potencial. Al promover información precisa y disipar mitos sensacionalistas, podemos fomentar una percepción más informada y equilibrada de estas extraordinarias criaturas.