Sí, El lago Victoria se enfrenta a una nueva amenaza de una planta invasora llamada jacinto de agua. El jacinto de agua es una planta acuática que flota libremente y puede crecer hasta 3 metros de altura. Se reproduce rápidamente y puede formar densas esteras en la superficie del agua, impidiendo que la luz del sol llegue a las plantas y animales submarinos. Esto puede provocar una disminución de la biodiversidad y una pérdida de hábitat para los peces y otros organismos acuáticos. El jacinto de agua también puede obstruir las tomas de agua de las centrales eléctricas y los sistemas de riego, provocando interrupciones en estos servicios vitales.
Además de los impactos ambientales, el jacinto de agua también puede tener consecuencias económicas negativas. Puede dificultar el acceso de los pescadores a sus caladeros y también puede reducir la calidad del agua para beber y regar. El jacinto de agua es un problema importante en el lago Victoria y está claro que es necesario tomar medidas para controlar su propagación.