Un nuevo estudio sugiere que una forma de mejorar el comportamiento ético es simplemente anticipar la tentación.
El estudio, publicado en la revista Psychological Science, encontró que las personas que fueron advertidas sobre una tentación inminente tenían más probabilidades de resistirla que aquellas que no.
"Nuestros hallazgos sugieren que simplemente ser consciente del potencial de la tentación puede ayudar a las personas a tomar decisiones más éticas", dijo la autora del estudio Francesca Gino, profesora de administración de empresas en la Escuela de Negocios de Harvard.
El estudio implicó dos experimentos. En el primer experimento, se pidió a los participantes que jugaran un juego en el que podían ganar dinero lanzando un dado. El dado estaba manipulado para que los participantes ganaran más dinero si hacían trampa.
Antes de que comenzara el juego, a algunos participantes se les dijo que podrían verse tentados a hacer trampa, mientras que a otros no. Los resultados mostraron que los participantes que fueron advertidos sobre la tentación tenían menos probabilidades de hacer trampa que aquellos que no lo fueron.
En el segundo experimento, se pidió a los participantes que completaran una encuesta que incluía preguntas sobre sus creencias éticas. También se pidió a los participantes que indicaran la probabilidad de que hicieran trampa en diversas situaciones hipotéticas.
Los resultados mostraron que los participantes que eran más propensos a anticipar la tentación también eran más propensos a informar creencias éticas y a decir que no harían trampa en situaciones hipotéticas.
Gino dijo que los hallazgos del estudio tienen implicaciones para situaciones del mundo real.
"Nuestros hallazgos sugieren que una forma de reducir el comportamiento poco ético es simplemente hacer que las personas sean conscientes del potencial de tentación", dijo. "Esto podría hacerse mediante programas de capacitación, campañas de concientización pública o incluso simples recordatorios".
Gino también dijo que el estudio proporciona una idea de por qué las personas buenas a veces hacen cosas malas.
"Cuando las personas se enfrentan a una tentación, es posible que no siempre tengan el tiempo o los recursos para pensar en las implicaciones éticas de sus acciones", dijo. "Al anticipar la tentación, las personas pueden darse la oportunidad de tomar decisiones más reflexivas y éticas".