El mecanismo por el cual los insectos palo se adhieren a las superficies implica una combinación de interacciones mecánicas y químicas. Las setas de las almohadillas adhesivas tienen una forma y textura únicas, lo que les permite entrelazarse con irregularidades y asperezas microscópicas de la superficie. Este entrelazado mecánico aumenta el área de contacto entre la almohadilla y el sustrato, mejorando la adhesión.
Además del enclavamiento mecánico, los insectos palo también emplean un mecanismo adhesivo químico. Las setas secretan un líquido viscoso que contiene diversas sustancias adhesivas, como proteínas, polisacáridos y lípidos. Estas sustancias forman puentes moleculares entre la almohadilla y el sustrato, fortaleciendo aún más la unión adhesiva.
Cuando los insectos palo necesitan desprenderse de una superficie, utilizan un mecanismo inteligente. Pueden liberar una cantidad controlada de líquido de las almohadillas adhesivas, reduciendo las fuerzas adhesivas. Este fluido actúa como lubricante, permitiendo que las setas se despeguen de las irregularidades de la superficie. Al controlar con precisión la liberación de líquido adhesivo, los insectos palo pueden desprenderse de un sustrato sin perder completamente su agarre, lo que les permite mantener la estabilidad mientras se mueven.
En general, la pegajosidad de los insectos palo es una adaptación notable que les permite camuflarse eficazmente en sus hábitats naturales y evitar a los depredadores. Su capacidad para adherirse a diferentes superficies mediante mecanismos mecánicos y químicos, junto con su control preciso sobre la liberación del adhesivo, los convierte en maestros de la adhesión en el mundo de los insectos.