1. Floración primaveral más temprana:muchas especies de plantas ahora florecen más temprano en la primavera que durante la época de Thoreau. Por ejemplo, Thoreau registró la floración del repollo zorrillo (Symplocarpus foetidus) a principios de abril, mientras que las observaciones modernas muestran que florece a finales de febrero o principios de marzo. Este cambio probablemente se deba al aumento de las temperaturas primaverales debido al cambio climático.
2. Temporadas de floración prolongadas:algunas especies de plantas ahora tienen temporadas de floración prolongadas en comparación con el pasado. Por ejemplo, Thoreau observó la floración del nenúfar blanco (Nymphaea odorata) desde principios de julio hasta finales de agosto. Sin embargo, en los últimos años se ha descubierto que la temporada de floración comienza antes y dura hasta principios de septiembre, potencialmente influenciada por las temperaturas más cálidas del verano.
3. Cambios en los eventos fenológicos:Los eventos fenológicos, como el momento de aparición de las hojas, la floración y la fructificación, han mostrado cambios en su ocurrencia. Por ejemplo, Thoreau observó la floración de Bloodroot (Sanguinaria canadensis) a principios de abril, pero los registros contemporáneos indican que ahora florece a finales de marzo. Estos cambios se alinean con la tendencia más amplia del avance de los eventos fenológicos primaverales.
4. Impacto en las interacciones entre plantas y polinizadores:los tiempos de floración alterados pueden afectar las interacciones entre las plantas y sus polinizadores. Algunas especies de polinizadores pueden emerger o activarse en diferentes momentos debido a cambios relacionados con el clima, lo que podría no coincidir con los períodos de floración de sus plantas hospedantes. Esta alteración puede tener efectos en cascada sobre la reproducción de las plantas y la dinámica de los ecosistemas.
Es importante señalar que, si bien estos ejemplos resaltan cambios en la floración de las plantas cerca de Walden Pond, los patrones específicos y las magnitudes del cambio pueden variar entre diferentes especies de plantas y ubicaciones. El monitoreo y la investigación a largo plazo son cruciales para comprender los impactos del cambio climático en la fenología de las plantas y las comunidades ecológicas.