- Políticas duras contra el crimen:sentencias más largas, mínimos obligatorios, leyes de "tres strikes" y una mayor presencia policial han contribuido al aumento de los encarcelamientos, incluso cuando las tasas de criminalidad han disminuido.
Guerra contra las drogas
- Las detenciones por drogas representan una parte importante de los ingresos a prisión. La criminalización del consumo de drogas ha llevado al encarcelamiento desproporcionado de personas, especialmente de comunidades marginadas, por delitos de drogas no violentos.
El encarcelamiento masivo como estrategia política
- Algunos políticos y autoridades han explotado la narrativa de "mano dura contra el crimen" como estrategia política para ganar votos o parecer fuertes en materia de ley y orden. Este enfoque ha perpetuado altas tasas de encarcelamiento.
Disparidades raciales
- El racismo sistémico en el sistema de justicia penal da como resultado tasas de encarcelamiento desproporcionadamente altas para las personas de color. Los afroamericanos y los latinos son encarcelados en tasas mucho más altas que los blancos por delitos similares.
Sistema penitenciario con fines de lucro
- Las empresas penitenciarias privadas han presionado para que se adopten políticas que aumenten los encarcelamientos, ya que su modelo de negocio depende de un flujo constante de presos para obtener ingresos. Esto ha creado un incentivo para mantener altas las poblaciones carcelarias.
Falta de programas de rehabilitación y reintegración
- La financiación insuficiente para los programas de rehabilitación y reintegración de los reclusos limita las oportunidades de los reclusos de abordar los factores subyacentes que contribuyen a sus delitos. Esto puede conducir a la reincidencia y a un ciclo de reencarcelamiento.