Las excavaciones cerca del Mar de Galilea han revelado evidencia de que los antiguos habitantes de la región prosperaron durante un período de cambio climático cuando terminó la última edad de hielo. Los hallazgos, publicados en la revista Quaternary Science Reviews, proporcionan nuevos conocimientos sobre la resiliencia y adaptabilidad de las poblaciones humanas frente a los desafíos ambientales.
El equipo de investigación, dirigido por el Dr. Omri Barzilai de la Universidad de Haifa, realizó excavaciones en un sitio llamado Ohalo II, ubicado en las afueras del Mar de Galilea, en el norte de Israel. Ohalo II fue un asentamiento humano que se remonta a hace aproximadamente 23.000 a 19.000 años, durante el período del Pleistoceno tardío.
Las excavaciones en Ohalo II descubrieron una gran cantidad de artefactos, incluidas herramientas de piedra, implementos de hueso y restos de plantas y animales. El análisis de estos hallazgos sugiere que los habitantes de Ohalo II lograron explotar con gran éxito el entorno cambiante. A medida que las capas de hielo retrocedieron y el clima se calentó, los investigadores creen que el paisaje que rodea a Ohalo II se transformó de un ambiente frío, parecido a una estepa, a uno más cálido y templado.
En respuesta a estas condiciones cambiantes, los antiguos residentes de Ohalo II adaptaron sus estrategias de subsistencia y patrones de asentamiento. Pasaron de cazar grandes herbívoros como uros y ciervos a explotar una gama más amplia de recursos, incluidos animales, peces y plantas más pequeños. También comenzaron a diversificar sus conjuntos de herramientas, produciendo implementos especializados para diferentes tareas.
Además, el equipo descubrió evidencia de los primeros perros domesticados en Ohalo II. Estos hallazgos sugieren que los humanos de la región estuvieron entre los primeros en domesticar perros, y que este desarrollo puede haber jugado un papel en su éxito en la adaptación al entorno cambiante.
El Dr. Barzilai dijo:"Nuestros hallazgos desafían la visión tradicional de que el cambio climático y los desafíos ambientales siempre conducen a dificultades y disminución de la población. En cambio, muestran que con resiliencia y adaptabilidad, las poblaciones humanas pueden prosperar incluso frente a cambios ambientales significativos".
En general, la investigación de Ohalo II proporciona información valiosa sobre el comportamiento y las adaptaciones de las poblaciones humanas antiguas durante un período crucial de cambio climático. Desafía las narrativas convencionales y subraya la importancia de comprender cómo las sociedades del pasado respondieron a los desafíos ambientales, ofreciendo perspectivas que pueden ser relevantes para abordar cuestiones contemporáneas relacionadas con el cambio climático y la sostenibilidad.