1. Infiltración:Las técnicas LID promueven la infiltración de aguas pluviales en el suelo, reduciendo la escorrentía y evitando que abrumen los cursos de agua. Esto se logra mediante el uso de superficies permeables, como pavimento poroso, canales con vegetación y jardines de lluvia, que permiten que el agua penetre en el suelo. La infiltración ayuda a reponer los suministros de agua subterránea y reducir la tensión en los sistemas de alcantarillado convencionales.
2. Detención:LID también incorpora prácticas de detención para almacenar temporalmente aguas pluviales y liberarlas lentamente con el tiempo. Esto se puede hacer utilizando cuencas de detención, estanques y humedales. La detención ayuda a reducir los caudales máximos y a prevenir inundaciones río abajo, al tiempo que permite la sedimentación natural de contaminantes y sedimentos.
3. Filtración:Las técnicas LID brindan oportunidades para que las aguas pluviales se filtren a través de la vegetación, el suelo y otros materiales naturales. Esto ayuda a eliminar contaminantes, como sólidos en suspensión, nutrientes, metales pesados y bacterias, antes de que lleguen a las aguas receptoras. La filtración mejora la calidad del agua y protege los ecosistemas acuáticos.
4. Evapotranspiración:LID fomenta la evapotranspiración, el proceso por el cual las plantas absorben y liberan agua a través de sus hojas. Esto ayuda a reducir el volumen de escorrentía de aguas pluviales y a enfriar el microclima circundante.
5. Desconexión:LID desconecta superficies impermeables, como tejados y entradas de vehículos, de los sistemas de alcantarillado pluvial convencionales. Al redirigir las aguas pluviales a prácticas LID, se reduce la cantidad de escorrentía que ingresa a estos sistemas y ayuda a prevenir desbordamientos combinados de alcantarillado (CSO) y desbordamientos de alcantarillado sanitario (SSO).
Al implementar técnicas LID, las comunidades pueden gestionar mejor la escorrentía de aguas pluviales, mitigar los impactos de la urbanización en los recursos hídricos y crear entornos más saludables y sostenibles. Las prácticas LID no sólo mejoran la calidad del agua y reducen las inundaciones, sino que también mejoran el valor estético y ecológico de los paisajes urbanos.