Un nuevo estudio ha descubierto que determinadas personas tienen más probabilidades de ser picadas por mosquitos que otras, y puede deberse a su olor corporal.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, encontró que los mosquitos se sentían más atraídos por las personas que tenían niveles más altos de ciertas sustancias químicas en el sudor, como ácido láctico, amoníaco y dióxido de carbono.
"Nuestros hallazgos sugieren que la composición del olor del cuerpo humano juega un papel importante en la atracción de mosquitos", dijo la autora principal del estudio, la Dra. María Elena De Obaldía. "Esto podría ayudarnos a desarrollar nuevas formas de repeler a los mosquitos y reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos".
En el estudio participaron 30 adultos sanos que estuvieron expuestos a mosquitos en un ambiente controlado. Los investigadores recopilaron datos sobre el olor corporal de los participantes, así como la cantidad de picaduras de mosquitos que recibieron.
Los resultados mostraron que los participantes que tenían niveles más altos de ácido láctico, amoníaco y dióxido de carbono en el sudor tenían más probabilidades de ser picados por mosquitos.
"Estas sustancias químicas son producidas por el cuerpo durante el ejercicio, la sudoración y otras actividades que aumentan la temperatura corporal", dijo el Dr. De Obaldia. "Esto sugiere que los mosquitos pueden sentirse atraídos por personas físicamente activas o que tienen una temperatura corporal más alta".
El estudio también encontró que los mosquitos se sentían más atraídos por las personas que tenían una mayor concentración de ciertas bacterias en la piel.
"Estas bacterias producen sustancias químicas que atraen a los mosquitos", dijo el Dr. De Obaldia. "Esto podría explicar por qué algunas personas parecen ser más atractivas para los mosquitos que otras, incluso si tienen un olor corporal similar".
Los investigadores dicen que los hallazgos del estudio podrían conducir a nuevas formas de repeler a los mosquitos y reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos.
"Al comprender las sustancias químicas que atraen a los mosquitos, podemos desarrollar repelentes más eficaces dirigidos a esas sustancias químicas", afirmó el Dr. De Obaldia. "Esto podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria, el dengue y el virus Zika".