Se cree que Eelgrass se originó en el mar Mediterráneo, pero desde entonces se ha extendido a todos los océanos del mundo. Esta distribución global se debe a una combinación de factores, que incluyen:
* Dispersión natural: Eelgrass puede reproducirse tanto sexual como asexualmente. Las semillas pueden ser dispersadas por las corrientes de agua, mientras que los fragmentos vegetativos pueden ser transportados por las olas y las tormentas.
* Dispersión mediada por el hombre: Eelgrass también ha sido propagado por humanos, de forma intencionada y no intencionada. Se han realizado introducciones intencionales para diversos fines, como mejorar la calidad del agua o crear un hábitat para peces y otros animales salvajes. Se han producido introducciones no intencionales mediante el transporte de fragmentos de pasto marino en agua de lastre o en artes de pesca.
Eelgrass ha podido colonizar con éxito una amplia gama de hábitats, desde aguas tropicales hasta aguas polares. Puede tolerar una variedad de condiciones ambientales, incluidas variaciones de salinidad, temperatura y disponibilidad de luz. Esta adaptabilidad ha contribuido a su distribución global.
La propagación de la hierba marina ha tenido varios impactos positivos en los ecosistemas marinos. Los lechos de pasto marino proporcionan alimento y refugio a una variedad de organismos, incluidos peces, mariscos y aves. También ayudan a estabilizar los sedimentos y mejorar la calidad del agua. Además, los lechos de pastos marinos desempeñan un papel en el secuestro de carbono, lo que ayuda a mitigar el cambio climático.
La distribución global de la hierba marina es un testimonio de su adaptabilidad e importancia ecológica. Los lechos de pastos marinos son ecosistemas valiosos que brindan una serie de beneficios tanto para la vida marina como para los humanos.