- La profundidad del fondo del océano determina cuánta energía puede transferirse de la ola a la columna de agua, lo que a su vez afecta el tamaño de la ola.
- El agua más profunda permite una mayor transferencia de energía y olas más grandes.
Topografía submarina:
- La forma y los contornos del fondo del océano pueden enfocar y magnificar la energía de las olas, creando olas más grandes.
- Ciertos elementos submarinos, como arrecifes, cañones y montes submarinos, pueden amplificar la altura de las olas.
Velocidad y duración del viento:
- La fuerza y duración del viento son factores críticos a la hora de generar grandes olas.
- Los fuertes vientos que soplan a lo largo de una gran extensión de mar abierto pueden transferir una cantidad significativa de energía al agua, lo que lleva a la formación de grandes olas.
Dirección y período del oleaje:
- La dirección y el período del oleaje (la distancia entre crestas de olas sucesivas) también influyen en la determinación del tamaño de las olas.
- Las olas que se acercan a la costa con un determinado ángulo y con un período mayor suelen ser más grandes y potentes.
Condiciones climáticas locales:
- Las condiciones climáticas locales, como las mareas, las corrientes y la presión atmosférica, pueden influir en el tamaño y la forma de las olas.
- Ciertas combinaciones de estos factores pueden aumentar o disminuir el tamaño de las olas.
Geografía costera:
- La forma y orientación de la costa pueden afectar la forma en que las olas interactúan con la tierra.
- Ciertas configuraciones costeras, como bahías, promontorios y puntas, pueden concentrar y amplificar la energía de las olas, lo que da como resultado olas más grandes.