1. Cultivo selectivo :Las hormigas seleccionan y cultivan especies de hongos específicas que son mutuamente beneficiosas. También pueden descartar material fúngico enfermo o improductivo para mantener la higiene del jardín.
2. Cuidado y mantenimiento constante :Las hormigas cuidan continuamente sus jardines, eliminando escombros, regulando la temperatura y los niveles de humedad y proporcionando nutrientes al hongo. Pueden utilizar sus propios productos de desecho u otros materiales orgánicos como fertilizante.
3. Control químico :Las hormigas producen compuestos antimicrobianos que inhiben el crecimiento de bacterias y hongos dañinos en sus jardines. Estos compuestos pueden ser secretados por las propias hormigas o por microorganismos simbióticos asociados con las hormigas o el hongo.
4. Adaptaciones conductuales :Algunas hormigas tienen comportamientos especializados que ayudan a mantener el jardín limpio y saludable. Por ejemplo, pueden llevar a cabo una "empresa" en la que eliminan de la colonia hormigas muertas o enfermas, evitando la propagación de patógenos. También pueden dedicarse al "acicalamiento", donde limpian y mantienen sus propios cuerpos y los de sus compañeros de nido, reduciendo el riesgo de infección.
5. Inmunidad social :El comportamiento colectivo y la cooperación dentro de las colonias de hormigas ayudan a mantener la salud del jardín. Al trabajar juntas, las hormigas pueden detectar y responder rápidamente a amenazas, como brotes de enfermedades, y tomar medidas para mitigar su impacto en el jardín.