Los investigadores estudiaron tres represas de castores en Loch Lomond y el Parque Nacional Trossachs, utilizando una variedad de técnicas para evaluar el impacto de los castores en el medio ambiente circundante. Estas técnicas incluyeron estudios de vegetación, mediciones de la calidad del agua y cámaras trampa.
Los resultados del estudio mostraron que las represas de castores tuvieron un impacto positivo en el ecosistema local de varias maneras. Por ejemplo, las represas crearon áreas de aguas abiertas que fueron utilizadas por una variedad de aves acuáticas, incluidos patos, gansos y cisnes. Las represas también aumentaron la cantidad de vegetación en el área, proporcionando alimento y refugio a una variedad de animales, incluidos anfibios, reptiles y mamíferos.
Además, las represas de castores mejoraron la calidad del agua en la zona al reducir los niveles de sedimentos y nutrientes. Esta mejora de la calidad del agua fue beneficiosa para una variedad de especies acuáticas, incluidos peces e invertebrados.
En general, el estudio encontró que los castores tienen un impacto positivo en el ecosistema local en Escocia, creando un hábitat más diverso y productivo para otras especies. Esto sugiere que los castores podrían ser una herramienta valiosa para la conservación en Escocia y podrían ayudar a restaurar ecosistemas degradados.
El estudio se publica en la revista "Ecología y Evolución".