El estudio examinó cómo la experiencia con dos tipos de desastres relacionados con el clima (sequías e inundaciones) afectó el comportamiento de las personas en áreas propensas a inundaciones en Vietnam y Estados Unidos. Los investigadores encontraron que las personas que habían experimentado sequías tenían más probabilidades de tomar medidas proactivas para reducir el riesgo de daños por inundaciones, como construir barreras contra inundaciones o elevar sus casas. También estaban más dispuestos a aceptar las medidas de protección contra inundaciones impuestas por el gobierno, como órdenes de evacuación obligatoria.
Por el contrario, las personas que habían sufrido inundaciones tenían menos probabilidades de tomar medidas proactivas para reducir el riesgo de futuras inundaciones. También eran más propensos a resistirse a las medidas de protección contra inundaciones impuestas por el gobierno.
Los investigadores sugieren que estas diferencias de comportamiento pueden deberse a las diferentes formas en que las personas experimentan las sequías y las inundaciones. Las sequías suelen ser un desastre de evolución lenta que puede desarrollarse durante meses o incluso años. Esto les da a las personas tiempo para prepararse y tomar medidas para reducir el riesgo de sufrir daños. Por el contrario, las inundaciones suelen ser repentinas e impredecibles, lo que puede dificultar que las personas tomen medidas oportunas.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones importantes para los formuladores de políticas y los líderes comunitarios que trabajan para desarrollar estrategias para reducir los riesgos asociados con los desastres relacionados con el clima. Sugiere que la experiencia con desastres pasados puede desempeñar un papel crucial en la configuración de las respuestas de las personas ante eventos futuros. Al comprender las diferentes formas en que las personas experimentan los desastres relacionados con el clima, los formuladores de políticas pueden desarrollar políticas y programas más efectivos para ayudar a las comunidades a prepararse y recuperarse de estos eventos.
Aquí hay algunos hallazgos clave adicionales del estudio:
* Las personas que habían experimentado sequías tenían más probabilidades de creer que era probable que se produjeran sequías en el futuro.
* Las personas que habían experimentado inundaciones tenían más probabilidades de creer que era probable que se produjeran inundaciones en el futuro.
* Las personas que habían experimentado sequías o inundaciones tenían más probabilidades de tomar medidas para reducir el riesgo de sufrir daños por inundaciones en el futuro.
* Las personas que habían experimentado sequías o inundaciones tenían más probabilidades de aceptar las medidas de protección contra inundaciones impuestas por el gobierno.
Estos hallazgos sugieren que la experiencia con desastres relacionados con el clima puede conducir a una mayor conciencia de los riesgos asociados con estos eventos y una mayor voluntad de tomar medidas para reducir esos riesgos.