1. Germinación y aparición de semillas:
- La humedad insuficiente del suelo durante la siembra puede dificultar la germinación y la emergencia de las semillas, lo que resulta en una reducción de las poblaciones de plantas y rodales desiguales.
2. Desarrollo de raíces:
- Las condiciones de sequía limitan el crecimiento y la profundidad de las raíces, restringiendo la capacidad de la planta para acceder al agua y a los nutrientes del suelo.
3. Absorción de nutrientes:
- El agua es crucial para transportar nutrientes desde el suelo a la planta. La sequía reduce la absorción de agua, lo que provoca deficiencias de nutrientes y un deterioro del crecimiento de las plantas.
4. Área foliar y fotosíntesis:
- El estrés por sequía hace que las hojas se marchiten y se enrollen, reduciendo el área foliar disponible para la fotosíntesis. Esto limita la capacidad de la planta para producir energía a través de la fotosíntesis, afectando la producción de biomasa y el rendimiento de granos.
5. Polinización y desarrollo de la seda:
- Durante la etapa crítica de polinización, el estrés por sequía puede reducir la viabilidad del polen, afectando la fertilización y el desarrollo del grano. La sequía también puede perjudicar la aparición de la seda, dificultando aún más la polinización.
6. Relleno de granos:
- La etapa de llenado de grano es muy sensible a la sequía. El déficit de agua durante este período conduce a una reducción del tamaño y peso del grano, lo que resulta en menores rendimientos.
7. Senescencia prematura de las plantas:
- Una sequía severa puede provocar una senescencia prematura de las plantas o un envejecimiento prematuro. Esto acorta el período de llenado del grano, lo que disminuye aún más los rendimientos.
8. Susceptibilidad a enfermedades y plagas:
- Las plantas de maíz afectadas por la sequía se vuelven más susceptibles a enfermedades e infestaciones de plagas, lo que agrava aún más las pérdidas de rendimiento.
El alcance de la reducción del rendimiento debido a la sequía depende de la gravedad, el momento y la duración de la sequía, así como de la variedad de maíz y las prácticas de manejo empleadas. Algunos híbridos de maíz tolerantes a la sequía y prácticas de riego pueden ayudar a mitigar las pérdidas de rendimiento, pero las condiciones de sequía severa aún pueden tener impactos negativos significativos en los rendimientos del maíz.