>Los modelos climáticos son esenciales para proporcionar información sobre los complejos sistemas climáticos del planeta y predecir cómo podrían cambiar en el futuro.
>Sin embargo, los investigadores han identificado una brecha importante en la forma en que algunos de estos modelos representan cómo las plantas responden a la sequía, lo que podría tener implicaciones significativas para comprender los ciclos globales del agua y los patrones futuros de precipitación.
Cómo responden las plantas a la deshidratación . La investigación, publicada en la revista Nature Geoscience, se centra en cómo las plantas regulan la pérdida de agua a través de pequeños poros de sus hojas llamados estomas. Cuando el agua es abundante, las plantas abren sus estomas para absorber dióxido de carbono para la fotosíntesis. Pero ante la sequía, las plantas cierran sus estomas para conservar agua.
El cierre de los estomas tiene un impacto en los ciclos del agua. Esta regulación estomática también afecta la cantidad de vapor de agua que se libera a la atmósfera mediante un proceso conocido como transpiración. Se estima que las plantas aportan alrededor del 90 por ciento del vapor de agua de la Tierra, por lo que cuando comienzan a cerrar sus estomas durante una sequía, esto afecta el agua disponible en la atmósfera para la formación de nubes y las precipitaciones.
Lo que se pierden los modelos. Los investigadores compararon varios modelos climáticos globales con observaciones satelitales del comportamiento de las plantas durante las sequías del mundo real. Descubrieron que los modelos subestimaban el grado en que las plantas cierran sus estomas durante las sequías. Esto llevó a los modelos a sobreestimar la cantidad de vapor de agua de origen vegetal en la atmósfera y, a su vez, a predecir más lluvia de la que realmente ocurrió.
Implicaciones para el cambio climático. Los hallazgos sugieren que los modelos climáticos podrían producir proyecciones demasiado optimistas sobre los patrones futuros de lluvia, especialmente durante los eventos de sequía. Esto tiene implicaciones importantes para la gestión del agua y la resiliencia de los ecosistemas en todo el mundo.
"Si no tenemos una representación más precisa de cómo responden las plantas a la sequía en nuestros modelos, es posible que no podamos predecir adecuadamente cómo cambiará el ciclo del agua según las proyecciones climáticas futuras que probablemente implicarán sequías más frecuentes y severas", dice el estudio. coautor Benjamín Quesada.
El equipo de investigación dice que abordar esta brecha en los modelos climáticos requerirá más experimentos y observaciones que vinculen directamente el uso del agua de las plantas con los patrones de lluvia.