Impacto desigual de la pandemia:Los estudiantes de color se han visto afectados de manera desproporcionada por la pandemia de COVID-19, tanto en términos de riesgos para la salud como de impacto económico. Es más probable que vivan en zonas urbanas densas, que tienen tasas de infección más altas, y también es más probable que tengan padres que hayan perdido sus empleos o hayan visto reducidos sus ingresos. Como resultado, es posible que muchos estudiantes de color no tengan el mismo nivel de acceso a la tecnología, viviendas estables y sistemas de apoyo que sus compañeros blancos cuando las escuelas vuelvan a abrir.
Falta de medidas de seguridad adecuadas:muchas escuelas no están equipadas con medidas de seguridad adecuadas para proteger a los estudiantes del COVID-19. Por ejemplo, es posible que no tengan suficiente ventilación, estaciones para lavarse las manos o equipo de protección personal (EPP) para el personal y los estudiantes. Esto es particularmente preocupante para los estudiantes de color, que tienen más probabilidades de tener problemas de salud subyacentes que los ponen en mayor riesgo de sufrir complicaciones por el virus.
Recursos educativos desiguales:incluso antes de la pandemia, había desigualdades significativas en los recursos educativos entre las escuelas a las que asistían estudiantes de color y aquellas a las que asistían estudiantes blancos. Esta brecha solo se ha ampliado durante la pandemia, ya que las escuelas en comunidades predominantemente blancas han podido brindar más apoyo para el aprendizaje en línea y otras opciones de instrucción remota. Como resultado, es menos probable que los estudiantes de color tengan las habilidades y los conocimientos académicos necesarios para tener éxito cuando las escuelas vuelvan a abrir.
Desafíos de salud emocional y mental:la pandemia también ha tenido un impacto significativo en la salud emocional y mental de los estudiantes de color. Es más probable que experimenten estrés, ansiedad y depresión, lo que puede interferir con su capacidad de aprender. Muchos estudiantes de color también han perdido a sus seres queridos o han visto a sus familias tener dificultades económicas, lo que puede agravar aún más sus problemas de salud mental.
Cierre de escuelas y pérdida de apoyo social:Los cierres prolongados de escuelas en muchos distritos han alterado las rutinas sociales y educativas normales de los estudiantes. Para los estudiantes de color, esto puede exacerbar las desigualdades y barreras existentes para el éxito educativo. Muchos estudiantes dependen de las escuelas no sólo para la instrucción académica, sino también para las comidas, la interacción social, el apoyo a la salud mental y otros servicios esenciales. Sin estos recursos, los estudiantes de color están en una desventaja aún mayor.
Para garantizar que todos los estudiantes tengan la oportunidad de triunfar cuando las escuelas vuelvan a abrir, es esencial que los estados y distritos tomen medidas para abordar las disparidades y los desafíos que enfrentan los estudiantes de color. Esto puede incluir proporcionar recursos adicionales para las escuelas, implementar medidas de seguridad para proteger a los estudiantes y al personal del COVID-19 y abordar las necesidades de salud emocional y mental de los estudiantes. Sin estas medidas, los estudiantes de color seguirán viéndose afectados de manera desproporcionada por la pandemia y sus oportunidades educativas se verán gravemente comprometidas.