El desarrollo de la inteligencia basada en tecnología requiere ciertos requisitos previos, incluida la disponibilidad de materias primas, energía y un entorno adecuado. En tierra, estos requisitos previos son más abundantes y accesibles en comparación con el entorno submarino. La presencia de grandes cantidades de agua, minerales y energía geotérmica en las profundidades del océano proporciona un entorno favorable para el surgimiento de la inteligencia basada en la tecnología. Las criaturas acuáticas pueden aprovechar estos recursos para construir herramientas, utilizar energía y desarrollar formas avanzadas de comunicación, fomentando así la evolución de la inteligencia.