El criovulcanismo es la erupción de material rico en volátiles desde el interior de un cuerpo planetario que no es roca fundida, sino un volátil como agua, amoníaco, metano o dióxido de carbono. Si bien el criovulcanismo puede no ser tan común como el vulcanismo tradicional asociado con roca fundida, se ha observado en varios planetas y lunas de nuestro sistema solar, incluida Europa, la luna de Júpiter, Encélado, de Saturno, y Tritón, la luna de Neptuno.
El estudio del criovulcanismo puede proporcionar conocimientos importantes sobre la geología, composición y evolución de estos objetos, así como su potencial de habitabilidad. Por ejemplo, la presencia de agua líquida debajo de la superficie de Europa es de gran interés para los astrobiólogos, ya que el agua líquida es un requisito previo para la vida tal como la conocemos. Las erupciones de agua líquida de la superficie de Europa, observadas a través de columnas que emanan de la superficie de la luna, brindan una oportunidad potencial para tomar muestras de este océano subterráneo y buscar signos de vida.
¿Qué nos puede enseñar sobre cómo encontrar vida más allá de la Tierra?
El estudio del criovulcanismo en Europa y otros cuerpos helados de nuestro sistema solar también puede ayudarnos a identificar sitios potenciales para la vida más allá de la Tierra. Al comprender las condiciones necesarias para la actividad criovolcánica, podemos centrar nuestra búsqueda de entornos habitables en otros planetas y lunas que presenten condiciones similares. Por ejemplo, los planetas o lunas que se encuentran en la zona habitable de su estrella, donde puede existir agua líquida en la superficie, tienen más probabilidades de tener actividad criovolcánica. El criovulcanismo también puede proporcionar pistas sobre la geología y la evolución de estos objetos, y ayudarnos a comprender los procesos que pueden haber dado forma a los entornos en los que puede surgir la vida.