En el ámbito del comportamiento animal, la sociabilidad a menudo se asocia con especies más grandes y gregarias. Sin embargo, un fascinante estudio realizado por la investigadora Alison Ribble de la Universidad de Ciudad del Cabo ha arrojado luz sobre la vida sorprendentemente social de algunos mamíferos solitarios, desafiando las expectativas convencionales. Su trabajo se centra en el pequeño roedor sudafricano conocido como rata vlei solitaria (Otomys laminatus).
Tradicionalmente, la solitaria rata vlei se ha considerado fiel a su nombre:una especie que vive una vida aislada. Pero la observación de Ribble, que abarca más de una década, ha revelado una capa oculta de complejidad social en estas diminutas criaturas.
1. Anidamiento cooperativo:
Uno de los hallazgos más sorprendentes que descubrió Ribble es el comportamiento cooperativo de anidación entre ratas vlei solitarias. Si bien estudios anteriores habían descrito a estos roedores como de naturaleza solitaria, Ribble descubrió que anidan en forma conjunta, a menudo compartiendo guaridas con varios individuos. Esta cooperación para compartir madrigueras, incluida la construcción y el mantenimiento de su sitio de anidación, sugiere un grado de organización social dentro de sus comunidades.
2. Marcado y comunicación del olor:
La comunicación química a través del marcado olfativo prevalece en las interacciones sociales de las ratas vlei solitarias. Ribble observó que estos roedores emplean una amplia gama de marcas olfativas, cada una con funciones y significados específicos. Crean postes odoríferos, marcan la orina y dejan secreciones glandulares en diversas superficies, como vegetación, rocas y ramas. Estas señales químicas sirven como marcadores de territorios, reservas de alimentos e identidades individuales, lo que permite a los roedores comunicarse entre sí a pesar de su naturaleza solitaria.
3. Reconocimiento de familiares y preparación social:
El estudio de Ribble también encontró que las ratas vlei solitarias son capaces de reconocer a sus parientes. Demostraron preferencia por socializar con sus parientes antes que con quienes no eran parientes, y exhibieron mayores niveles de cooperación y tolerancia dentro de los grupos familiares. Este reconocimiento y afiliación mejoran las posibilidades de supervivencia de los roedores al fomentar el comportamiento cooperativo y reforzar los vínculos sociales. Además, el aseo social juega un papel importante en el fortalecimiento de los lazos sociales y el mantenimiento de condiciones saludables del pelaje entre las ratas vlei solitarias.
4. Compartir alimentos y reciprocidad:
A pesar de su comportamiento de búsqueda de alimento solitario, las ratas vlei solitarias muestran casos de reciprocidad y intercambio de alimentos. Ribble documentó casos en los que individuos compartían alimentos, como semillas o insectos, con otros. Estos actos altruistas a menudo ocurrían entre personas relacionadas, lo que sugiere un sistema de intercambios recíprocos que beneficia a ambas partes. Este comportamiento de compartir va en contra de la percepción tradicional de que los animales solitarios actúan únicamente por su propio interés.
Los hallazgos de la investigación de Alison Ribble desafían las nociones convencionales de que los mamíferos solitarios carecen de interacciones sociales. A través de su dedicado estudio de la solitaria rata vlei, revela un mundo oculto de sociabilidad dentro de una especie aparentemente solitaria. Estos comportamientos ofrecen información sobre las diversas y complejas estructuras sociales que se encuentran en el reino animal, incluso entre especies tradicionalmente consideradas solitarias.