Una forma en que la forma urbana puede afectar la asequibilidad de la vivienda es influyendo en el costo del suelo. En general, los terrenos en áreas urbanas densas son más caros que los terrenos en áreas rurales o suburbanas menos densas. Esto se debe a que hay más demanda de terrenos en áreas densas, debido a la proximidad de empleos, servicios y otras características deseables. El mayor costo de la tierra en áreas densamente pobladas puede dificultar que los desarrolladores construyan viviendas asequibles.
Otra forma en que la forma urbana puede afectar la asequibilidad de la vivienda es influyendo en la oferta de vivienda. Las áreas urbanas densas a menudo tienen más unidades de vivienda por acre que las áreas rurales o suburbanas menos densas. Esto se debe a que hay más terreno disponible para el desarrollo en áreas densas y los desarrolladores pueden construir más unidades en una cantidad menor de terreno. La mayor oferta de viviendas en zonas densas puede ayudar a mantener bajos los precios.
Además de estos dos factores principales, hay otras formas en que la forma urbana puede afectar la asequibilidad de la vivienda. Estos incluyen:
* La combinación de tipos de vivienda en una zona. Una combinación diversa de tipos de vivienda, incluidas viviendas unifamiliares, casas adosadas y apartamentos, puede ayudar a que un área sea más asequible al brindar opciones para personas con diferentes ingresos.
* La infraestructura de transporte de una zona. Una buena infraestructura de transporte, como el transporte público, puede ayudar a que una zona sea más asequible al reducir la necesidad de que las personas posean automóviles.
* La normativa de zonificación de una zona. Las regulaciones de zonificación se pueden utilizar para promover o desalentar el desarrollo de viviendas asequibles. Por ejemplo, las regulaciones de zonificación que requieren tamaños mínimos de lotes grandes pueden dificultar que los desarrolladores construyan viviendas asequibles.
La forma urbana es sólo uno de los muchos factores que pueden afectar la asequibilidad de la vivienda. Sin embargo, es un factor importante a considerar al desarrollar políticas para abordar la crisis inmobiliaria. Al comprender cómo la forma urbana puede afectar la asequibilidad de la vivienda, podemos tomar mejores decisiones sobre cómo construir nuestras ciudades y hacerlas más asequibles para todos.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo se pueden diseñar calles y edificios para hacer que un vecindario sea más asequible:
* Calles más estrechas: Las calles más estrechas pueden reducir la cantidad de terreno necesario para las carreteras, lo que puede liberar espacio para más viviendas.
* Bloques más cortos: Las cuadras más cortas pueden crear más oportunidades para lotes en esquina, que a menudo son más asequibles que los lotes interiores.
* Desarrollo de uso mixto: El desarrollo de uso mixto puede ayudar a crear una combinación más diversa de tipos de viviendas y hacer que un área sea más transitable, lo que puede reducir la necesidad de tener un automóvil.
* Desarrollo orientado al tránsito: El desarrollo orientado al transporte puede ayudar a que un área sea más accesible mediante el transporte público, lo que puede reducir la necesidad de poseer un automóvil.
* Incentivos de vivienda asequible: Los gobiernos locales pueden ofrecer incentivos a los promotores para que construyan viviendas asequibles, como exenciones fiscales o bonificaciones de densidad.
Al realizar estos cambios en la forma en que diseñamos nuestras calles y edificios, podemos ayudar a que nuestras ciudades sean más asequibles para todos.