Según el Dr. Allen, hay varios factores que contribuyen al reciente aumento de tornados salvajes. Un factor importante es el aumento general de la inestabilidad atmosférica. Esta inestabilidad a menudo se asocia con masas de aire cálido y húmedo que chocan con masas de aire frío y seco, creando condiciones favorables para la formación de tormentas y tornados.
El cambio climático también influye en la intensificación de estos tornados. A medida que aumentan las temperaturas globales, la atmósfera retiene más humedad, lo que provoca tormentas más intensas y, en consecuencia, tornados más poderosos. Además, los cambios en los patrones de circulación atmosférica, como la corriente en chorro, pueden influir en la frecuencia y gravedad de los brotes de tornados.
Es importante señalar que los tornados son una parte natural de los patrones climáticos, pero su reciente aumento en intensidad y frecuencia es motivo de preocupación. Los científicos continúan estudiando estos fenómenos para comprender mejor sus causas y mejorar nuestra capacidad para predecir y mitigar sus impactos.