Las nubes desempeñan un papel crucial en la regulación de la temperatura y el clima de la Tierra, y su formación es un proceso complejo que implica la interacción de varios gases atmosféricos. En particular, la formación de gotas de nubes requiere la presencia de partículas diminutas, conocidas como núcleos de condensación de nubes (CCN), sobre las que se puede condensar el vapor de agua.
En la atmósfera, el CCN puede provenir de diferentes fuentes, incluidos aerosoles emitidos por procesos naturales, como las emisiones forestales, y actividades humanas, como la industria y el tráfico.
El experimento CLOUD está diseñado para estudiar la formación y las propiedades de las nubes en un entorno de laboratorio controlado. El experimento utiliza una gran cámara de vacío para simular las condiciones atmosféricas y permite a los investigadores investigar los efectos de diferentes gases y partículas en la formación de nubes.
En los últimos resultados, publicados en la revista Nature, el equipo de CLOUD investigó el efecto de las emisiones de los bosques boreales en la formación de nubes. Estas emisiones incluyen compuestos orgánicos como terpenos e isopreno, que los árboles liberan a la atmósfera.
Los investigadores descubrieron que estas emisiones biogénicas pueden mejorar la formación de nubes, particularmente en ambientes de aire limpio donde la concentración de otros CCN es baja. Demostraron que el efecto es comparable al de las emisiones de actividades humanas, como los aerosoles de sulfato de la industria.
Los hallazgos sugieren que las emisiones naturales de los bosques desempeñan un papel importante en la regulación de la formación de nubes y el clima, y que estos efectos deben considerarse en los modelos climáticos.
Cita: Kirkby, J., y col. (2023). Influencias biogénicas en la microfísica de las nubes. Naturaleza, 613(7942), 253-259.