Investigaciones recientes han destacado la importancia de estructuras especializadas llamadas válvulas en la respuesta de los pastos a los cambios ambientales. Las válvulas son estructuras microscópicas similares a válvulas que se encuentran en la epidermis de las hojas de los pastos y que regulan el intercambio de gases, particularmente el vapor de agua y el CO2. Estas válvulas desempeñan un papel crucial en la capacidad de la planta para mantener su equilibrio hídrico interno, conocido como eficiencia en el uso del agua (WUE).
En condiciones típicas, las válvulas permanecen abiertas durante el día para facilitar la absorción de CO2 para la fotosíntesis. Sin embargo, cuando la disponibilidad de agua es limitada, las válvulas se cierran para minimizar la pérdida de agua por transpiración, mejorando así la WUE. Este mecanismo de válvula permite que los pastos conserven agua y al mismo tiempo satisfagan sus necesidades de asimilación de carbono.
Se ha identificado que la función valvular mejorada es una adaptación clave que permite a los pastos hacer frente al estrés ambiental, incluidas la sequía y las altas temperaturas. Los estudios han demostrado que una mayor eficiencia de las válvulas conduce a un aumento de WUE, lo que permite que los pastos mantengan la productividad incluso en condiciones de escasez de agua.
Además, las válvulas mejoradas se han asociado con una mayor tolerancia a la sequía. En regiones propensas a la sequía, los pastos con un mejor control valvular pueden mantener la turgencia de las hojas y las funciones fisiológicas, lo que les permite sobrevivir y reproducirse en condiciones difíciles.
Frente al cambio climático, comprender y mejorar la función de las válvulas en los pastos podría proporcionar nuevas vías para desarrollar céspedes resilientes, pastos forrajeros y otras especies de pastos importantes. Los estudios genéticos destinados a identificar y mejorar la expresión de genes relacionados con las válvulas son prometedores para desarrollar variedades resistentes al clima que contribuyan a la sostenibilidad de los ecosistemas y la agricultura.
En general, la función mejorada de las válvulas en los pastos facilita una mejor adaptación al cambio climático al mejorar la eficiencia en el uso del agua, la tolerancia a la sequía y la resiliencia general. Estos hallazgos subrayan el papel fundamental de los mecanismos valvulares en la supervivencia y función de los pastos, con implicaciones potenciales para la salud de los ecosistemas y la agricultura sostenible.