Los investigadores utilizaron datos satelitales y modelos informáticos para rastrear el movimiento de las columnas de humo de los incendios forestales en el Amazonas y su impacto en la formación de nubes. Descubrieron que las partículas de humo pueden actuar como núcleos de condensación de nubes, que son partículas diminutas sobre las que se condensa el vapor de agua para formar nubes. Cuantos más núcleos de condensación de nubes haya, más probabilidades habrá de que se formen nubes y produzcan precipitaciones.
En algunos casos, el humo de los incendios forestales también puede provocar la formación de cristales de hielo en las nubes, lo que puede aumentar las precipitaciones. Esto se debe a que los cristales de hielo son más eficientes a la hora de dispersar la luz solar, lo que puede provocar la formación de más nubes de lluvia.
Sin embargo, los investigadores también descubrieron que el humo de los incendios forestales también puede inhibir en algunos casos la formación de nubes de lluvia. Esto se debe a que las partículas de humo pueden absorber la luz solar, lo que puede calentar la atmósfera y reducir la cantidad de vapor de agua disponible para formar nubes.
El estudio sugiere que los incendios forestales en el Amazonas pueden tener un impacto complejo y variado en los patrones de lluvia en la región. Los investigadores dicen que se necesita más investigación para comprender mejor estos impactos y cómo pueden cambiar en el futuro a medida que cambia el clima.
Los hallazgos de este estudio podrían tener implicaciones importantes para comprender los impactos futuros del cambio climático en la selva amazónica. A medida que el clima se calienta, se espera que aumente la frecuencia y gravedad de los incendios forestales, lo que podría provocar cambios en los patrones de lluvia y la salud general de la selva tropical.