1. La Niña: La Niña, un patrón climático natural en el Océano Pacífico, es en gran medida responsable del cambio en los patrones climáticos. Se caracteriza por temperaturas oceánicas más frías de lo habitual, lo que afecta los patrones de circulación atmosférica. Por lo general, los inviernos de La Niña provocan condiciones más secas en el norte de los Estados Unidos, incluida Nueva York.
2. Perturbación de la corriente en chorro: La corriente en chorro polar, una corriente de aire a gran altitud, suele guiar los sistemas meteorológicos en todo el país. Durante el invierno, la corriente en chorro generalmente dirige las tormentas hacia el noreste, trayendo nieve y precipitaciones. Sin embargo, este año, la corriente en chorro se ha visto interrumpida, provocando tormentas más al norte.
3. Ausencia de Nor'easter: Las tormentas del noreste, fuertes tormentas que se originan frente a la costa del Atlántico Medio, a menudo traen importantes nevadas al noreste. Sin embargo, la posición de la corriente en chorro y otros patrones climáticos han impedido que estas tormentas impacten directamente el área de Nueva York este invierno.
4. Temperaturas cálidas: Las temperaturas inusualmente altas durante todo el invierno también han influido en la falta de nieve. Las temperaturas más cálidas pueden derretir cualquier nevada que se produzca, lo que provocará una acumulación mínima.
Impacto en los neoyorquinos:
La escasez de nieve tiene varios impactos en los neoyorquinos:
1. Recreación: Las nevadas juegan un papel vital en las actividades invernales como el esquí, el snowboard y el trineo. Sin nieve adecuada, estas actividades al aire libre se vuelven limitadas, lo que decepciona a muchos residentes.
2. Paisaje y vida silvestre: La falta de nieve afecta al medio ambiente local. Algunas plantas y animales dependen de la capa de nieve como aislamiento, y su ausencia puede alterar sus ciclos y hábitats naturales.
3. Suministro de agua: La nieve actúa como un depósito natural, liberando agua lentamente durante los meses de primavera y verano. Su ausencia puede contribuir a la escasez de agua si las precipitaciones de primavera y verano también son bajas.
4. Obras Públicas e Infraestructuras: Menos nevadas significan menos necesidad de quitanieves y otros esfuerzos de remoción de nieve, lo que podría generar ahorros de costos para los municipios.
Implicaciones a largo plazo:
Las limitadas nevadas en Nueva York plantean dudas sobre el impacto a largo plazo del cambio climático en la región. Si bien los patrones climáticos individuales no pueden atribuirse directamente al cambio climático, las tendencias actuales indican un patrón de inviernos más suaves, lo que potencialmente podría conducir a una reducción de las nevadas en el futuro.