Los bosques tropicales son los ecosistemas con mayor diversidad biológica de la Tierra y albergan aproximadamente el 50% de todas las especies de plantas y animales. Desempeñan un papel vital en la regulación del clima global y en el suministro de recursos esenciales para las poblaciones humanas.
Los bosques tropicales se encuentran en los trópicos, entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio. Se caracterizan por altas temperaturas, abundantes precipitaciones y alta humedad. La temperatura promedio en una selva tropical es de alrededor de 25 grados Celsius (77 grados Fahrenheit) y la precipitación promedio anual es de más de 200 centímetros (80 pulgadas).
El clima en las selvas tropicales es relativamente constante durante todo el año, con poca variación en temperatura o precipitaciones. Esta estabilidad es esencial para la supervivencia de muchas especies de plantas y animales que habitan en los bosques tropicales.
Las selvas tropicales albergan una amplia variedad de plantas, incluidos árboles, arbustos, enredaderas y epífitas. Los árboles son la vegetación dominante en las selvas tropicales y pueden alcanzar alturas de más de 100 metros (328 pies). El dosel de una selva tropical es tan denso que bloquea la mayor parte de la luz solar, creando un ambiente oscuro y húmedo en el suelo del bosque.
Las plantas de la selva tropical se han adaptado a las condiciones únicas del bosque. Tienen hojas grandes cubiertas por una capa cerosa que ayuda a prevenir la pérdida de agua. También tienen raíces profundas que les ayudan a anclarse en el suelo y absorber nutrientes.
Las selvas tropicales albergan una increíble diversidad de vida animal. Hay más de 1.500 especies de aves, 1.000 especies de mamíferos y 100.000 especies de insectos en las selvas tropicales.
Los animales de la selva tropical se han adaptado a las condiciones únicas del bosque. Suelen ser pequeños y livianos, y tienen colas largas que les ayudan a mantener el equilibrio en los árboles. También tienen garras y dientes afilados que les ayudan a atrapar a sus presas.
Los bosques tropicales están amenazados por una serie de actividades humanas, incluida la tala, la minería, la agricultura y el cambio climático.
La tala es una de las mayores amenazas a los bosques tropicales. Los árboles se talan para obtener madera, que se utiliza para fabricar muebles, papel y otros productos. La minería es otra gran amenaza para los bosques tropicales. Las operaciones mineras pueden contaminar el aire y el agua, y también pueden destruir el hábitat de la selva tropical.
La agricultura también es una gran amenaza para los bosques tropicales. Los agricultores talan tierras de selva tropical para cultivos y pastos, lo que puede provocar deforestación. El cambio climático también es una gran amenaza para los bosques tropicales. El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de lluvia pueden hacer que los bosques tropicales se vuelvan más secos y más vulnerables a los incendios.
Los bosques tropicales son ecosistemas vitales que brindan una serie de beneficios esenciales al planeta. Regulan el clima global, proporcionan recursos esenciales para las poblaciones humanas y albergan una increíble diversidad de vida vegetal y animal. Sin embargo, los bosques tropicales están amenazados por una serie de actividades humanas. Es importante proteger los bosques tropicales para que puedan seguir brindando estos beneficios esenciales a las generaciones futuras.