Crédito:Preechar Bowonkitwanchai/Shutterstock
Los parques, pequeños bosques e incluso simples parches de césped no solo mantienen el atractivo de una ciudad, sino que también ayudan a las personas a encontrar una sensación de felicidad en un entorno urbano que de otro modo sería bullicioso. Con las nuevas tecnologías, podemos planificar y monitorear estos "espacios verdes" urbanos mejor que nunca.
Como han destacado varios estudios, la naturaleza dentro de los entornos urbanos juega un papel fundamental en la lucha contra muchos de los desafíos de salud pública global comúnmente asociados con la urbanización. Esto incluye enfermedades como la depresión y la presión arterial alta. Un estudio de 2022 mostró que los árboles en realidad tienen la capacidad de mejorar la calidad del aire urbano, ya que las hojas y las agujas de pino capturan los contaminantes del aire.
Que las ciudades necesiten espacios verdes, por lo tanto, no es un tema particularmente polémico. Sin embargo, es una pregunta abierta cuánto espacio verde debe tener una ciudad. Incluso aquí, la ciencia puede proporcionar algunas pautas, ya que la investigación apunta a al menos 9 metros cuadrados de espacio verde por individuo, con un valor ideal de 50 metros cuadrados per cápita en una ciudad (a modo de comparación, un espacio de estacionamiento promedio en el Reino Unido ocupa aproximadamente 12 metros cuadrados).
Paisajismo verde
La gran pregunta es, por tanto, ¿qué tipo de espacio verde queremos? ¿Un parque bien cuidado pero hecho por humanos? ¿O algo más natural y descuidado, como arboledas, prados o zonas de campo? Como discutimos en nuestro próximo libro, Designing Smart and Resilient Cities for a Post-Pandemic World:Metropandemic Revolution, esto depende en gran medida de las condiciones geográficas previas de la ciudad en cuestión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una diversidad de diferentes tipos de áreas verdes si es posible, sin embargo, es un hecho ineludible que algunas ciudades están bendecidas con una vegetación exuberante mientras que otras no.
¿Pequeños parques para todos? Crédito:Sahara Prince / Shutterstock
Sin embargo, no todo está perdido para las ciudades sin mucha área verde natural, ya que tales entornos pueden construirse en entornos urbanos que previamente han estado desprovistos de árboles y césped que crecen naturalmente. Este "paisajismo verde" puede llevarse a cabo incluso en áreas que de otro modo parecerían improbables. Un buen ejemplo es High Line en la ciudad de Nueva York, un parque lineal elevado de 1,45 millas (2,33 km) de largo construido sobre un viaducto ferroviario abandonado. Desde que abrió en etapas hace aproximadamente una década, High Line se ha convertido en un ejemplo de rediseño de paisaje verde que busca convertir la infraestructura obsoleta en espacios públicos verdes y vibrantes.
Si bien se sabe que la vegetación tiene efectos positivos en la humanidad en general, es más difícil probar la relación causal exacta en cómo las áreas verdes afectan nuestra salud. En este sentido, la tecnología digital puede ser una herramienta esencial para que los planificadores urbanos determinen dónde se emplea mejor el rediseño del paisaje verde.
Todos a bordo del High Line. Crédito:Massimo Salesi/Shutterstock
Tecnología inteligente
Un concepto que está experimentando un desarrollo particularmente rápido es el de los "bosques urbanos inteligentes", que se refiere al uso de monitores de árboles, imágenes en 3D y otras tecnologías vinculadas a Internet de las cosas para ayudar a gestionar el bosque. Esta "internet de la naturaleza" podría monitorear la salud del suelo, medir la contaminación del aire o garantizar que los bosques urbanos estén adecuadamente hidratados.
La tecnología futura también podría permitir el uso de plataformas de datos abiertos y una mayor participación pública. Los planificadores podrían recopilar diversas perspectivas de la población en general utilizando una aplicación, por ejemplo, al mismo tiempo que utilizan la tecnología digital para mapear e impulsar la biodiversidad urbana y garantizar que las áreas verdes se ubiquen donde lograrán la máxima eficiencia.
Un ejemplo de esto es la iniciativa de investigación Treepedia, que fue lanzada en 2016 por MIT Senseable City Lab, con sede en Massachusetts. Treepedia aspira a dar a conocer los bosques urbanos mediante el uso de técnicas de visión digital basadas en imágenes de Google Street View.
Treepedia calcula la cantidad de copa de los árboles visible en varios puntos en Google Street View. Crédito:Treepedia, CC BY-SA
Treepedia se centra en los árboles de las calles peatonales que se encuentran en varias ciudades del mundo, a diferencia de los parques. La razón principal es que es más probable que los peatones vean árboles en las calles sin planearlo, mientras que la mayoría de las personas en los parques eligieron activamente estar allí. Usando una biblioteca de código abierto, Treepedia significa que el público puede calcular las cantidades de cobertura de árboles para su propia ciudad o región.
Si los planificadores urbanos se vuelven más conscientes del potencial de la tecnología digital, los espacios verdes urbanos deberían tener un futuro brillante. Sin embargo, diseñar el espacio verde óptimo que queremos para nuestras ciudades también puede requerir una colaboración futura más profunda entre los planificadores urbanos y los ingenieros.