Crédito:Unsplash/CC0 Dominio público
Durante el primer confinamiento de la pandemia de coronavirus, las concentraciones de hollín en la atmósfera sobre Europa occidental y meridional casi se redujeron a la mitad. Esto se desprende de la comparación de dos campañas de medición realizadas por el avión de investigación alemán HALO en 2017 y 2020. Un nuevo estudio sugiere que alrededor del 40 por ciento de la reducción se puede atribuir a una disminución de las emisiones antropogénicas. Estos hallazgos reflejan el gran impacto de la actividad humana en la calidad del aire y la importancia del hollín como un importante contaminante del aire y factor climático en el Antropoceno, escriben investigadores del Instituto Max Planck de Química, la Universidad de Bremen, la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, el Centro Aeroespacial Alemán, la Universidad de Leipzig y el Instituto Leibniz para la Investigación Troposférica (TROPOS), en la revista especializada Atmospheric Chemistry and Physics .
Durante los bloqueos de COVID-19 a principios de 2020, el equipo de investigación sobrevoló países como Alemania, los estados del Benelux, el Reino Unido, Francia, España e Italia, es decir, gran parte de Europa Central, Occidental y Meridional. En el marco de la campaña BLUESKY, con la ayuda del avión de investigación HALO (High Altitude and Long Range), registraron la concentración de hollín en masa y partículas en la baja troposfera, tanto en el plano horizontal como en el vertical. Luego, el equipo comparó los resultados con las mediciones de julio de 2017. En ese momento, los investigadores investigaron la región en condiciones "normales" previas al coronavirus, como parte de la campaña EMeRGe EU.
La comparación muestra una mejora significativa en la calidad del aire como resultado de la pandemia. En promedio, la cantidad de hollín en la troposfera inferior en el sur y el oeste de Europa se redujo en un 41 por ciento. Esta enorme cifra se verificó con la ayuda de datos de tráfico e información sobre el consumo de combustible durante los períodos de confinamiento. Los investigadores atribuyen esta caída a dos factores principales:los esfuerzos en curso para reducir las emisiones de hollín en Alemania y Europa (del tres al nueve por ciento), así como los viajes limitados como resultado de los cierres por la pandemia, que representaron entre el 32 y el 38 por ciento. Los datos de comparación también se introdujeron en un modelo del sistema terrestre para establecer cuáles podrían ser los efectos de la reducción de las emisiones de hollín en Europa sobre el clima a largo plazo.
El hollín es perjudicial para la salud y contribuye al calentamiento global
El trasfondo es que el hollín cerca del suelo no es solo un componente particularmente dañino de las partículas finas. En la atmósfera, las diminutas partículas contribuyen al calentamiento global, porque se calientan debido a su superficie de color oscuro y liberan calor a su entorno. Pero a diferencia de los gases de efecto invernadero de larga duración, como el dióxido de carbono, el hollín es de corta duración y solo permanece en la atmósfera durante unos días o semanas.
"La reducción de las emisiones de hollín como resultado de una menor quema de combustibles fósiles como el diesel, el carbón, el petróleo y la madera también mejoraría la salud de millones de personas con relativa rapidez. Nuestras mediciones y cálculos del modelo también muestran que menos hollín en la atmósfera hace un importante contribución para frenar el cambio climático", explica Mira Pöhlker de TROPOS en Leipzig. El científico atmosférico, que también realiza investigaciones en el Instituto Max Planck de Química en Mainz, espera que se produzcan algunos cambios de comportamiento desde el período del coronavirus, como más videoconferencias, trabajar desde casa y la reducción asociada de vuelos y desplazamientos. mantenido "Creo que la pandemia ha proporcionado un detonante para un cambio de tendencia".
Pöhlker y el equipo están trabajando actualmente en un nuevo estudio y también incorporando psicólogos. Quieren averiguar si ofertas como la del billete alemán de 9 euros podrían conducir a un cambio duradero en el comportamiento de viaje de las personas. "Además de una reducción general en el tráfico, también es importante proporcionar incentivos para usar modos de viaje con menores emisiones. En mi opinión, el transporte público fuertemente subsidiado es un estímulo importante, y su efecto sobre la contaminación del aire ahora debe cuantificarse". ." Las mezclas de combustibles sostenibles podrían ayudar a las aerolíneas a limpiar su actuación