Como la mayoría de los biomas en la Tierra, el ecosistema de sabana sobrevive en un delicado equilibrio entre los factores ambientales y varias especies, incluidos los humanos. La sequía severa puede privar a estas praderas del agua y el follaje que les da vida, mientras que los cazadores furtivos y los pueblos indígenas a menudo amenazan con interrumpir la cadena alimentaria matando animales por deporte o supervivencia.
Actividades humanas
Las actividades humanas pueden amenazar seriamente con perturbar los ecosistemas de sabana. El uso insostenible del agua y los métodos de riego podrían potencialmente secar los ríos y los pozos de agua que dan vida. En las regiones donde los pueblos indígenas incluyen regularmente carne de animales silvestres (carne silvestre) en su dieta, las poblaciones de ungulados han disminuido a un ritmo notable. Algunos animales salvajes de sabana también se cazan como trofeos; los rinocerontes negros, en particular, son cazados por sus valiosos cuernos. Incluso algunas especies de plantas están sobreexplotadas debido a su valor comercial. Las tallas hechas de African Blackwood, un árbol de sabana, a menudo se venden en los mercados de turistas.
Sequía y pastoreo pesado
La sequía prolongada y grave tiene un efecto peligroso en un ecosistema de sabana, con patrones de pastoreo exacerbando este efecto La combinación de sequía severa y pastoreo puede cambiar un pastizal de pastos perennes principalmente comestibles a una sabana dominada por pastos y plantas no comestibles. Los pastizales ligeramente pastorados mantienen su calidad de especies de hierba perennes y apetecibles, pero la composición de las especies de plantas aún podría alterarse. Los expertos han pedido que las soluciones de manejo del pastoreo durante los episodios de sequía afecten la dirección del posible cambio hacia la sostenibilidad del pastizal.
Desertificación
Las sabanas tropicales a menudo bordean regiones áridas y desérticas, y la expansión del desierto las condiciones similares a las áreas secas de pastizales se llaman desertificación. Esta amenaza para un ecosistema de sabana incluye los efectos causados por el cambio climático, las prácticas agrícolas, el pastoreo excesivo, el riego agrícola agresivo, lo que reduce el nivel de la capa freática lejos de las raíces de las plantas, la deforestación y la erosión. Cada año, más de 46,000 kilómetros cuadrados de sabana africana se convierten en desierto. La plantación de plantas resistentes a la sequía podría estabilizar las dunas movedizas y comenzar la proliferación de vegetación adicional.
Emisiones de carbono
Una encuesta de 2012 atribuyó grandes aumentos en la masa de plantas leñosas al "efecto de fertilización de CO2" . "Los autores postularon que el aumento en la tasa de crecimiento de la planta leñosa fue causada por el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera. Un aumento dramático en la cantidad de árboles y arbustos podría amenazar todo el ecosistema de sabana, ya que estas plantas usan más agua que pastos. Los conservacionistas en Namibia han estado informando que las plantas leñosas han estado impidiendo tanto a los antílopes como a los guepardos que los cazan, un desarrollo que podría tener repercusiones desconocidas en los pastizales.