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    Fuerzas disruptivas en el sistema alimentario

    Los drones que vuelan sobre tierras agrícolas son solo uno de los muchos efectos de la digitalización en la cadena de valor alimentaria. Crédito:zapp2photo / Fotolia

    La digitalización está cambiando drásticamente el sector agroalimentario. Aunque esta no es la primera vez que nos enfrentamos a una disrupción tecnológica, la velocidad y la escala del cambio son mayores que nunca. ¿Cómo podemos avanzar con responsabilidad?

    Tractores autónomos, drones volando sobre campos, frigoríficos autónomos encargando los víveres, robots que cocinan nuestras comidas. Estos son algunos ejemplos de noticias cotidianas sobre tecnologías que prometen revolucionar la forma en que nos acercamos a la alimentación (ver también este artículo de Achim Walter). Aunque es posible que todavía nos falten algunos años antes de que estas tecnologías lleguen a nuestra puerta, o nuestro frigorífico, Sin duda, la digitalización está cambiando la forma en que vivimos.

    Agricultura digital y miedo al cambio

    En tiempos de revolución tecnológica, el miedo al cambio no es nuevo. De hecho, es asombroso cómo las aprensiones actuales sobre la digitalización se asemejan al pasado:sobrecarga de información debido a la invención de la radio y más tarde de la televisión; desempleo causado por el auge de los robots industriales en los años setenta y ochenta. En lo que respecta a la digitalización en el sector agroalimentario, las cosas no son tan diferentes. La disrupción en toda la cadena de valor es inevitable, pero las consecuencias aún se desconocen, generando malestar entre sus grupos de interés.

    Sin embargo, el miedo o incluso la negación de lo inevitable son malos consejeros. La disrupción en sí misma no es ni positiva ni negativa, de la misma manera que el cambio per se no lo es. Es la dirección en la que impulsamos el cambio lo que marca la diferencia. La cuestión no es si la digitalización cambiará el mundo tal como lo conocemos; la pregunta es si queremos ser espectadores de este cambio o queremos ser parte de él. Es aquí donde la educación y las iniciativas colaborativas juegan un papel fundamental. Como parte del mundo académico, Tenemos la responsabilidad de preparar a nuestros estudiantes para que sean impulsores del cambio y proporcionar las herramientas necesarias para ayudarlos a navegar con éxito a través de las olas de digitalización que inició nuestra generación.

    Necesidad de colaboración más allá de la tecnología

    Temas como la introducción de nuevas tecnologías en diferentes etapas de la cadena de valor alimentaria y la integración de los datos generados suelen estar en el centro de la discusión sobre la digitalización del sector agroalimentario. Sin embargo, tendemos a olvidar que nuestra capacidad para integrar y analizar esta información, por lo tanto agregando valor, depende no solo de la compatibilidad técnica de diferentes fuentes de datos, pero también de nuestra capacidad y voluntad de trabajar juntos.

    Abordar los desafíos de la digitalización en cualquier punto de la cadena de valor alimentaria dependerá no solo de la tecnología, sino también en nuestra capacidad para comprender las necesidades reales de los agricultores, empresas alimentarias, tanto grandes como pequeñas, y por supuesto, los consumidores. Hay un inmenso potencial pero también mucho por demostrar. Requerirá demostrar cómo el uso de avances técnicos puede mejorar no solo los procesos y la logística, sino también la calidad de vida de todos los interesados. Hay que generar confianza y demostrar fiabilidad.

    ¿Qué hay en la mente de las partes interesadas?

    Esta mentalidad colaborativa estuvo en el centro del taller "Desafíos de la digitalización en el sector agroalimentario", organizado recientemente por ETH Studio AgroFood y Swiss Food Research. El evento fue una gran oportunidad para apreciar la visión de diferentes organizaciones en Suiza sobre la digitalización y sembrar las semillas para futuros proyectos conjuntos. Como se esperaba, la seguridad de los datos se colocó en el primer lugar de los temas prioritarios para Suiza, seguido de la trazabilidad, análisis de datos y habilidades digitales en general. Hubo un sentido general de urgencia en cada tema, que probablemente sea la mentalidad correcta, a medida que la tecnología avanza a un ritmo exponencial, mientras que los humanos se mueven inherentemente a un ritmo lineal.

    Riesgos a afrontar

    Si hay algo que hemos aprendido de noticias como la reciente caída del sistema informático en el aeropuerto de Heathrow o los numerosos ataques informáticos, es que, junto con los beneficios de la digitalización, hay riesgos que deben ser identificados y tratados. Más que nunca, debemos abordar no solo el potencial, sino también las vulnerabilidades asociadas con nuestra mayor dependencia de la digitalización y discutir sus efectos sobre la resiliencia de toda la cadena de valor alimentaria. Hay mucho por hacer en estos y otros temas y debemos avanzar más rápido.

    Después de ver algunas de las iniciativas suizas que se están desarrollando sobre el tema de la digitalización y los comentarios recibidos durante el taller, Estoy aún más convencido de que no solo hay un gran potencial en términos de innovación y tecnología, pero también en cuanto a la motivación y habilidades para hacer avanzar el sector agroalimentario de manera colaborativa y responsable.

    Gracias a la digitalización, tenemos la oportunidad sin precedentes de aceptar la complejidad y los desafíos del sistema alimentario en su conjunto. La invitación es a vencer el miedo al cambio asumiendo un papel activo e informado en la redefinición de las bases de nuestro enfoque de la alimentación para los próximos años.


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