Mira hacia el cielo. ¿Lloverá mañana? Las señales del entorno pueden llevarlo a hacer una conjetura sobre el clima del mañana. Un meteorólogo tiene acceso a una gran cantidad de datos estadísticos para hacer una predicción aún más informada sobre la probabilidad de que llueva o brille, y los modelos meteorológicos sofisticados pueden ser aún más precisos. Ya sea el clima o la próxima tirada de los dados, nadie sabe con seguridad qué traerá el futuro. Pero podemos usar varios tipos de estrategias de probabilidad para llegar a nuestra mejor conjetura.
Probabilidad clásica
El enfoque clásico de la probabilidad a menudo implica lanzar monedas o lanzar dados. Se calcula enumerando todos los resultados posibles de la actividad y registrando las ocurrencias reales. Por ejemplo, si arroja una moneda, los posibles resultados son cara o cruz. Si lanza la moneda 10 veces, registra qué resultado ocurrió cada vez que arrojó la moneda.
Probabilidad experimental
La probabilidad experimental se basa en el número de resultados posibles por el número total de ensayos . Al arrojar una moneda, los resultados posibles totales son dos, cara y cruz. El número total de intentos está determinado por el total de veces que se invierte la moneda. Si la moneda se voltea 50 veces y cae en las cabezas 28 veces, entonces la probabilidad teórica es 28/50.
Probabilidad teórica
La probabilidad teórica es un enfoque que basa la probabilidad posible en el Posibles posibilidades de que algo suceda. Por ejemplo, si desea conocer la probabilidad teórica de que un dado caiga en un número "3" cuando se lanza, debe determinar cuántos posibles resultados hay. En un dado, hay seis números, ofreciendo seis posibilidades. Para aterrizar en un tres, tiene una probabilidad de uno en seis, o 1: 6 de que aterrice en un "3".
Probabilidad subjetiva
La probabilidad subjetiva se basa en un razonamiento personal y juicio de la persona. Es la probabilidad de que realmente ocurra el resultado que una persona espera. No existen cálculos formales para la probabilidad subjetiva, sino que se basan en los propios conocimientos y sentimientos de la persona. Por ejemplo, durante un juego de deporte, un fan de un equipo puede afirmar que ganará el equipo al que están apoyando. La persona basa su decisión en hechos u opiniones con respecto al juego, los dos equipos y la probabilidad de que el equipo gane.