* cuencas oceánicas profundas: Las corrientes lentas y las vastas profundidades del fondo del océano permiten que las partículas finas de arcilla y limo se asienten, formando capas de lutita.
* lagos: Similar a las cuencas oceánicas, los lagos pueden proporcionar un ambiente tranquilo para la formación de esquisto, especialmente si son profundos y tienen entrada limitada.
* lagunas costeras: Estas áreas protegidas, protegidas de corrientes fuertes, pueden acumular sedimentos finos ricos en materia orgánica, lo que lleva a la formación de esquisto bituminoso.
* llanuras de inundación: Durante las inundaciones, los ríos depositan sedimentos de grano fino que luego pueden compactar y litificar en el esquisto.
El entorno y las condiciones específicos que conducen a la formación de esquisto influyen en su composición y características.