El manto es una capa gruesa de la tierra que se encuentra entre la corteza y el núcleo. Se compone principalmente de minerales de silicato, con proporciones variables de:
* Minerales de silicato: Los más abundantes son olivine y piroxeno .
* Iron: Presente en cantidades significativas, dando al manto su densidad.
* Magnesio: Otro elemento clave, que contribuye a la composición general del manto.
* Elementos de calcio, aluminio y otros traza: Estos están presentes en cantidades más pequeñas, pero aún juegan un papel en las propiedades del manto.
Espesor aproximado:
* Manto superior: Se extiende desde la base de la corteza hasta una profundidad de alrededor de 410 km (255 millas).
* Zona de transición: Esta zona se encuentra entre 410 km y 660 km (255 y 410 millas) de profundidad, marcada por cambios significativos en la estructura mineral.
* Manto inferior: Se extiende desde 660 km hasta el límite del manto central a aproximadamente 2,900 km (1,800 millas) de profundidad.
Espesor total: El manto tiene aproximadamente 2,900 km (1,800 millas) de espesor, lo que representa aproximadamente el 84% del volumen de la Tierra.
Puntos importantes:
* El manto no es una capa homogénea. Exhibe variaciones significativas en la composición, la estructura mineral y las propiedades físicas con la profundidad.
* El manto superior es relativamente rígido, mientras que el manto inferior es mucho más caliente y más parecido a fluido.
* El manto se mueve constantemente, impulsado por corrientes de convección que son el resultado del calor del núcleo de la Tierra. Este movimiento es responsable de la tectónica de placas, la actividad volcánica y la construcción de montaña.
Es importante tener en cuenta que estos son valores aproximados, y la investigación continúa refinando nuestra comprensión del manto de la Tierra.