1. Acumulación de materia orgánica: Los combustibles fósiles comienzan con la acumulación de grandes cantidades de materia orgánica muerta, principalmente de plantas y, a veces, algas. Esto sucede en entornos donde hay una vida abundante pero oxígeno limitado, como pantanos, pantanos y pisos oceánicos antiguos.
2. Entierro y sedimentación: Con el tiempo, las capas de sedimento (arena, barro, etc.) se acumulan sobre la materia orgánica, enterrándola más y más profunda. El peso de este sedimento crea presión y calor.
3. Transformación y diagénesis: Bajo la presión y el calor, la materia orgánica sufre una serie de cambios químicos. Las bacterias comienzan a descomponer el material, pero en un entorno pobre en oxígeno, el proceso es incompleto. El material se transforma gradualmente en una mezcla de hidrocarburos (moléculas hechas de carbono e hidrógeno).
4. Formación de carbón, petróleo y gas natural:
* carbón: Formado principalmente a partir de material vegetal, el carbón se forma a temperaturas y presiones relativamente bajas.
* petróleo y gas natural: Forma de organismos marinos, particularmente algas. Requieren temperaturas y presiones más altas, típicamente que se encuentran más profunda bajo tierra.
En resumen:
Los combustibles fósiles se forman a partir de la transformación de la antigua materia orgánica bajo una intensa presión y calor durante millones de años. Se consideran "no renovables" porque su formación lleva tanto tiempo, lo que los convierte en un recurso finito.