1. Durabilidad: El granito y la arenisca son generalmente más duraderos que la piedra caliza. Son menos susceptibles a la meteorización y la erosión, lo que los hace ideales para aplicaciones donde la fuerza y la longevidad son cruciales, como los fundamentos de los edificios, el revestimiento exterior o los monumentos. La piedra caliza, por otro lado, es más propensa a la meteorización y puede dañarse fácilmente por la lluvia ácida.
2. Resistencia al ácido: El granito y la arenisca son mucho más resistentes a los ambientes ácidos que la piedra caliza. La piedra caliza se erosiona fácilmente por sustancias ácidas como la lluvia o incluso los agentes de limpieza ácidos. Esto hace que el granito y la arenisca sean más adecuados para áreas donde prevalece la lluvia ácida o donde se expondrán a productos químicos de limpieza ácidos.
Nota importante: Esta no es una declaración definitiva, ya que las propiedades específicas de cualquier piedra dependerán de su composición y origen exactos. Hay muchos tipos de piedra caliza, y algunos son bastante fuertes y duraderos, mientras que algunos tipos de granito y arenisca pueden ser más débiles o más susceptibles a ciertas condiciones.