* Minerales máficos: Las rocas ricas en minerales máficos (como el piroxeno, la olivina y el hornblende) son típicamente de color oscuro (negro, gris oscuro o marrón verdoso). Estos minerales contienen altas cantidades de hierro y magnesio, que les dan sus tonos oscuros.
* Minerales felsic: Las rocas abundantes en los minerales felsicos (como cuarzo, feldespato y mica) son generalmente de color claro (blanco, gris o rosa). Estos minerales tienen un mayor contenido de sílice y un menor hierro y magnesio, lo que resulta en colores más claros.
Otros factores que pueden influir en el color:
* Presencia de minerales accesorios: Las pequeñas cantidades de otros minerales, como la hematita o la magnetita, pueden impartir un color rojizo o gris oscuro a la roca.
* Weathering: Con el tiempo, la exposición a los elementos puede alterar el color de una roca ígnea a través de reacciones químicas y oxidación.
* Tamaño de grano: Las rocas ígneas de grano fino tienden a parecer más oscuras que las rocas de grano grueso debido a la dispersión de la luz dentro de los cristales más pequeños.
En resumen: La composición mineral dominante es el principal impulsor del color rocoso ígneo, con minerales máficos que producen tonos oscuros y minerales felsicos que dan como resultado colores claros. Sin embargo, otros factores como minerales accesorios, meteorización y tamaño de grano pueden contribuir al color final.