* Tamaño de grano fino: El esquisto se compone de partículas muy finas de arcilla, limo y, a veces, materia orgánica. Estas partículas están débilmente unidas, lo que hace que la roca sea relativamente frágil.
* Estructura en capas: El esquisto se forma en capas, con cada capa que representa un período de sedimentación. Estas capas a menudo están separadas por planos delgados de debilidad, lo que facilita que la roca rompa estos planos.
* Falta de cementación: A diferencia de otras rocas sedimentarias como la arenisca, el esquisto a menudo carece de un material de cementación fuerte que une los granos. Esta falta de cementación hace que la roca sea más susceptible a desmoronarse.
* Presencia de minerales de arcilla: Los minerales de arcilla, que abundan en el esquisto, son conocidos por su capacidad para absorber el agua. Cuando el agua entra en la lutita, puede debilitar los enlaces entre las partículas, lo que lleva a la desintegración.
* Weathering: Con el tiempo, el esquisto está expuesto a diversos procesos de meteorización, como ciclos de congelación-descongelación, erosión del viento y meteorización química. Estos procesos debilitan aún más la roca y lo hacen más propenso a desmoronarse.
Es importante tener en cuenta que no todas las lutitas son igualmente frágiles. Algunas lutitas pueden ser bastante duras y resistentes a desmoronarse, dependiendo de su composición e historia geológica. Sin embargo, los factores enumerados anteriormente contribuyen a la tendencia general de los esquisto a desmoronarse fácilmente.