* Meteorización y erosión: El entorno constantemente lleva rocas. El viento, la lluvia, el hielo e incluso los seres vivos, como las plantas y los animales, pueden hacer que las rocas se descompongan, volviéndose más suaves con el tiempo.
* Tipo de roca: Los diferentes tipos de rocas tienen diferentes texturas y propiedades. Algunas rocas como el granito son naturalmente más propensas a romperse en piezas irregulares, mientras que otras como piedra caliza se pueden resistir fácilmente a formas más suaves.
* Formación: Cómo se formó una roca también puede influir en su forma. Las rocas sedimentarias a menudo están en capas y pueden ser bastante suaves, mientras que las rocas ígneas, formadas por lava enfriada, pueden tener formas más angulares.
* Ubicación: Las rocas en un entorno desértico pueden ser más irregulares debido a la menor intemperie, mientras que las rocas en una playa se alisan constantemente por las olas.
Las rocas irregulares a menudo se encuentran en lugares con menos meteorización, como las montañas o las caras de rocas recientemente expuestas.