1. Distribución fósil: Se han encontrado fósiles idénticos de especies antiguas en continentes ahora separados por vastas océanos. Esto sugiere que estos continentes se unieron una vez, y las especies pudieron moverse libremente a través de ellos. Por ejemplo, se han encontrado fósiles del reptil * mesosaurus * en América del Sur y África, lo que respalda la idea de que estos continentes alguna vez estuvieron conectados.
2. Fit continental: Los contornos de los continentes, particularmente las costas de América del Sur y África, encajan como piezas de rompecabezas. Esta observación se observó mucho antes de la teoría de la tectónica de placas, pero ayudó a alimentar la idea de un supercontinente llamado Pangea.
3. Segurting en el fondo marino: Esta es quizás la evidencia más convincente para la tectónica de placas. El descubrimiento de las crestas del océano medio, donde se crea un nuevo fondo del océano, y los patrones de rayas magnéticas en el fondo del océano, que registran las reversiones de campo magnético de la Tierra, proporcionan una fuerte evidencia del movimiento de las placas tectónicas.
Otra evidencia que apoya la tectónica de placas incluye:
* Actividad volcánica: Los volcanes tienden a ocurrir a lo largo de los límites de la placa, donde las placas chocan o se separan.
* Distribución de terremotos: Los terremotos se concentran a lo largo de los límites de la placa, lo que indica la liberación de estrés acumulado a medida que las placas se mueven entre sí.
* puntos de acceso: Estas son áreas de actividad volcánica que no están asociadas con los límites de las placas, pero se cree que son causadas por plumas de material del manto caliente que se elevan desde las profundidades de la tierra.
Estas líneas de evidencia, tomadas en conjunto, proporcionan un caso convincente para la teoría de la tectónica de placas, que revolucionó nuestra comprensión de la superficie de la Tierra y sus procesos geológicos.