1. Corteza:
* La capa más externa: Esta es la capa delgada, sólida y rocosa en la que vivimos.
* Dos tipos:
* Corteza continental: Más grueso (30-70 km), menos denso y compuesto principalmente de granito.
* corteza oceánica: Más delgado (5-10 km), más denso y compuesto principalmente de basalto.
2. Manto:
* Capa más gruesa: Extendiéndose desde la base de la corteza a aproximadamente 2900 km de profundidad.
* Mayormente sólido pero se comporta como un fluido viscoso durante largos períodos: Esto se debe al calor y la presión extremos, lo que permite un movimiento lento llamado convección.
* Composición: Principalmente compuesto por minerales de silicato como la olivina y el piroxeno.
* Dos subcapas:
* Manto superior: Incluye la litosfera (rígida, dividida en placas tectónicas) y la astenosfera (parcialmente fundida, permitiendo el movimiento de la placa).
* Manto inferior: Más sólido y más denso que el manto superior.
3. Núcleo externo:
* Capa líquida: Se extiende de aproximadamente 2900 km a 5150 km de profundidad.
* Composición: Principalmente compuesto de hierro y níquel con trazas de otros elementos como el azufre y el silicio.
* extremadamente caliente: Las temperaturas alcanzan más de 4500 ° C (8132 ° F).
* Responsable del campo magnético de la Tierra: El flujo de hierro fundido genera corrientes eléctricas, creando un campo magnético.
4. Núcleo interno:
* Esfera sólida: Se extiende desde 5150 km hasta el centro de la Tierra.
* Composición: Casi completamente compuesto de hierro con una pequeña cantidad de níquel.
* extremadamente caliente: Las temperaturas alcanzan más de 5200 ° C (9392 ° F).
* Bajo una presión inmensa: La inmensa presión del peso de las capas suprayacentes es tan grande que obliga a los átomos de hierro a empacar firmemente, lo que lo hace sólido a pesar del calor extremo.
Puntos clave:
* Límites entre capas: Los límites entre estas capas no son nítidos, sino zonas de transición donde las propiedades físicas cambian gradualmente.
* Comprender el interior de la Tierra: Estudiar estas capas es crucial para comprender los terremotos, la actividad volcánica, la tectónica de placas y el campo magnético de la Tierra.
Este es un modelo simplificado del interior de la Tierra, pero proporciona una comprensión básica de su estructura compleja.