1. Pantanos y bosques: Hace millones de años, vastas pantanos y bosques prosperaron en entornos cálidos y húmedos. Estas áreas estaban llenas de plantas como helechos, colas de caballo y árboles tempranos.
2. Muerte y decadencia: Cuando estas plantas murieron, cayeron en el agua pantanosa. No se descomponían completamente porque el agua era pobre de oxígeno, y las bacterias no podían descomponerlo por completo.
3. Entierro y presión: Con el tiempo, las capas de sedimento (barro, arena, etc.) se construyeron encima de estos restos de plantas, enterrándolos más y más profundos. El peso de estas capas creó una enorme presión.
4. Transformación: Esta presión, combinada con el calor del interior de la Tierra, exprimió el agua y otros compuestos volátiles de la materia vegetal. El material rico en carbono restante se transformó gradualmente en turba .
5. Formación de carbón: Otros procesos de entierro y geológicos continuaron comprimiendo la turba, convirtiéndola en la sustancia dura, negra y rica en carbono que conocemos como carbón.
¡Entonces, el carbón fue una vez un próspero ecosistema de plantas!