1. Distribución geográfica de ancho: El organismo que representa el fósil debe haber vivido en una gran área geográfica. Esto asegura que el fósil se pueda encontrar en muchos lugares diferentes, lo que lo hace útil para correlacionar las capas de rocas a través de vastas distancias.
2. Rango geológico corto: El organismo debe haber existido durante un período de tiempo relativamente corto en la historia de la Tierra. Esto permite que el fósil identifique un intervalo de tiempo específico dentro del registro de rock.
3. Abundante y fácilmente reconocible: El fósil debe ser común y fácilmente identificable, incluso para no expertos. Esto hace que sea práctico que los paleontólogos usen en su investigación y para comprender la era de las rocas.
Piense en un fósil de índice como un "marcador de tiempo" en el récord de rock. Al comprender el rango de tiempo específico del organismo, podemos usar su presencia en una capa de roca para determinar la edad de esa capa.