* Ambos se forman a partir de roca preexistente: Las rocas ígneas se forman a partir del enfriamiento y solidificación de magma o lava, mientras que las rocas metamórficas se forman a partir de la transformación de rocas ígneas, sedimentarias o incluso de otras rocas metamórficas existentes debido al calor y la presión.
* Ambos se pueden encontrar en una variedad de entornos: Las rocas ígneas se encuentran en todas partes, desde volcanes hasta profundos subterráneos, mientras que las rocas metamórficas se pueden encontrar en áreas de construcción de montañas, a lo largo de los límites de las placas o incluso en la corteza terrestre.
* Ambos pueden clasificarse por su composición mineral y textura: Ambos tipos de rocas se pueden clasificar en función de los minerales que contienen y la disposición de esos minerales. Por ejemplo, las rocas ígneas y metamórficas pueden describirse como un tamaño de grano grueso o fino.
* Ambos contribuyen al ciclo de roca: Las rocas ígneas y metamórficas son parte del proceso continuo de formación de rocas, transformación y destrucción conocida como el ciclo de roca.
En última instancia, aunque difieren en sus procesos de formación, las rocas ígneas y metamórficas comparten un origen común y juegan un papel importante en la geología de la Tierra.