Antbot, el primer robot andante que se mueve sin GPS. Crédito:Julien Dupeyroux, ISM (CNRS / AMU)
Las hormigas del desierto son navegantes solitarias extraordinarias. Investigadores del CNRS y la Universidad de Aix-Marseille, en el Institut des Sciences du Mouvement — Étienne Jules Marey (ISM), se inspiraron en las hormigas cuando diseñaron AntBot, el primer robot ambulante que puede explorar su entorno de forma aleatoria y navegar a casa automáticamente sin GPS ni mapas. Este trabajo, publicado en Ciencia Robótica , abre nuevas estrategias de navegación en vehículos autónomos y robótica.
Los ojos humanos son insensibles a la luz polarizada y la radiación ultravioleta, pero ese no es el caso de las hormigas, que lo utilizan para ubicarse en el espacio. Las hormigas del desierto Cataglyphis, en particular, pueden cubrir varios cientos de metros bajo la luz solar directa en el desierto para encontrar alimento. luego regresa en línea recta al nido sin perderte. Y son más activos durante las horas del día en que el calor haría que los rastros de feromonas se evaporaran. Su extraordinario talento de navegación se basa en orientarse utilizando la luz polarizada del cielo, y medir la distancia recorrida contando pasos e incorporando la velocidad de movimiento relativa al sol medida ópticamente por sus ojos. La distancia y el rumbo son los dos datos combinados que les permiten regresar directamente al nido.
AntBot, el nuevo robot diseñado por investigadores del CNRS y de la Universidad Aix-Marseille (AMU) en ISM, copia las excepcionales capacidades de navegación de las hormigas del desierto. Está equipado con una brújula óptica para determinar su rumbo mediante luz polarizada, y un sensor de movimiento óptico dirigido al sol para medir la distancia recorrida. Armados con esta información, AntBot puede explorar su entorno y volver por sí solo a su base con una precisión de hasta un centímetro después de haber recorrido una distancia total de 14 metros. Con un peso de solo 2,3 kg, este robot tiene seis pies para una mayor movilidad, permitiéndole moverse en entornos complejos donde el despliegue de robots con ruedas y drones puede resultar complicado, incluyendo áreas de desastre y terreno accidentado.
La brújula óptica desarrollada por los científicos es sensible a la radiación ultravioleta polarizada del cielo. Usando esta "brújula celestial, "AntBot mide su rumbo con 0,4 grados de precisión en tiempo despejado o nublado. La precisión de navegación lograda con estos sensores mínimos demuestra que la robótica bioinspirada tiene una inmensa capacidad de innovación.